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Foto del escritorEnoc Pitalua Aguirre

La Importancia del Tiempo con Nuestros Hijos

### La Importancia del Tiempo con Nuestros Hijos


En muchas ocasiones, como padres, creemos que hacemos todo por nuestros hijos. Nos aseguramos de su educación, de sus pasatiempos y de su bienestar. Sin embargo, hay ciertas cosas que no podemos evitar.


Cuando nuestro hijo tenía un año, mi esposa y yo trabajábamos arduamente, casi todo el día. Siempre estuvo en la guardería desde muy pequeño, porque no teníamos tiempo para estar con él. Afortunadamente, siempre estuvo en buenas guarderías, donde lo trataron bien. Pero no era suficiente.


Creció, pasó por el kínder, la primaria y la secundaria. Mi esposa y yo trabajábamos en el magisterio; ella en el área administrativa y yo en el área docente, cubriendo alrededor de 12 horas diarias. Creíamos que trabajar muy duro era darle todo lo que necesitaba, especialmente una buena educación.


Un día, mientras trabajábamos en nuestra farmacia, nuestro hijo quería jugar fútbol. Le dijimos que estábamos ocupados y no podíamos jugar con él. Llorando, nos dijo: "Odio la farmacia, la odio". Se metió llorando porque no podíamos jugar con él. En ese momento, mi esposa y yo nos quedamos llorando. Nos dimos cuenta de que estábamos haciendo un daño irreversible a nuestro hijo.


Decidimos vender la farmacia y quedarnos solo con nuestras plazas de docentes para tener más tiempo con él. Sin embargo, ese tiempo fue muy breve, solo un año y medio, porque se fue a estudiar a la Facultad de Comunicación en La Salle, en la ciudad de León, Guadalajara. Desde entonces, lo veíamos muy poco, excepto cuando venía a visitarnos.


Tras el fallecimiento de mi esposa, comprendí que no hay nada más valioso que el tiempo con los hijos. No hay mejor calidad de vida que darles el tiempo necesario para jugar, sonreír, salir y disfrutar juntos. Ahora, él cumple 36 años y también está ocupado, luchando por ser una persona productiva y equilibrada, tanto económica como emocionalmente.


Este relato no es solo una reflexión personal, sino un recordatorio para todos los padres. La vida nos puede llevar por caminos donde el trabajo y las obligaciones parecen ser lo más importante, pero nunca debemos olvidar que el tiempo con nuestros hijos es irreemplazable. Es en esos momentos compartidos donde se forjan los recuerdos más valiosos y se construyen las bases de una relación sólida y amorosa.


Que este artículo sirva como un homenaje a mi hijo en su cumpleaños número 36, y como una lección aprendida para todos aquellos padres que, como nosotros, buscan lo mejor para sus hijos.


Enoc Pitalua Aguirre


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