top of page
Buscar

El renacer después del dolor

  • Foto del escritor: Jairo Andres Ambriz Pado
    Jairo Andres Ambriz Pado
  • hace 5 días
  • 2 Min. de lectura

Al principio, no parecía libertad. Parecía abandono. Soledad. Una ausencia que pesaba en el pecho como piedra mojada. Se había ido —o más bien, él la había dejado ir—, pero eso no hizo que doliera menos.

Durante años, él vivió atado a una historia que confundía con amor. Posesión, costumbre, miedo al vacío. Y sí, hubo amor, pero también hubo dependencia. Promesas rotas. Días grises y noches aún más oscuras. Aun así, insistía. Porque amar, pensaba, era aguantar. Pero un día entendió que no.

“Libre ya de amores, sin cadenas ni temores…”cantaba Miguel Bosé en el fondo de su departamento vacío, que ahora sonaba más a templo que a tumba.

La soledad que antes lo asustaba empezó a transformarse. Descubrió que el silencio no era su enemigo, sino su espejo. Que no necesitaba de alguien más para completarse. Que no debía mendigar caricias ni esperanzas a cambio de su paz.

Al dejarla ir, también dejó ir una versión rota de sí mismo. Una versión que se conformaba, que callaba, que temía. Y con cada día que pasaba, la herida ya no ardía: sanaba. Y no por olvido, sino por aceptación.

“No estoy solo, estoy conmigo.”escribió en su libreta, la misma donde antes escribía cartas que nunca enviaba. Esta vez, no era para ella. Era para él.

Ahora camina sin culpa. Escucha las canciones que antes dolían y ya no le rompen el alma. Sonríe sin necesitar una razón. Entendió que estar libre no es estar vacío, es estar completo. Y que amar, cuando vuelva a hacerlo, será desde otro lugar. Uno donde no haya cadenas.

Porque a veces la historia más poderosa no es la que se vive con alguien… sino la que uno aprende a escribir solo.

Libre ya de amores. Y por fin, libre de sí mismo.



 
 
 

Comments


CASA PRODUCTORA TKISS DIGITAL
Derechos Reservados 2010-2025

Síguenos en nuestras redes sociales:
  • Facebook
  • Instagram
  • Youtube
bottom of page