La sexta temporada de Black Mirror aprovecha la posición de poder de Netflix para criticar a la propia plataforma. Los dos primeros episodios, “Joan is awful” y “Loch Henry”, abordan temas como la falta de privacidad en internet y el auge del true crime en televisión. Aunque la serie ya no tiene mucho que decir en cuanto a la condición humana y la tecnología, los episodios ofrecen ingeniosos comentarios y entretenimiento. El tercer episodio, “Beyond the sea”, sigue la línea tradicional de Black Mirror al convertir el elemento tecnológico en algo secundario, centrándose en los conflictos de los personajes. A pesar de algunos fallos, como un desenlace predecible, la serie sigue siendo entretenida y relevante en su crítica social.
amarosamuel1999
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